Esteban
Sarasa Mitos y Ritos feudales en Aragón:
El caso de Doña Brianda de Luna
Si el
sentimiento dinástico y el sentido de casta produjo dentro del feudalismo
una organización
de la familia aristocrática en linaje, descendencia o casa,
y una genealogía
fundada en una filiación estrictamente agnaticia y patrilineal con
todo lo
inherente a esta concepción en lo que se refiere a usos matrimoniales,
primogenitura,
signos heráldicos, etc.- esta conformación constituye una
nueva estructura
que se fue instalando en la aristocracia para convertirse en su
marco primordial
mediante un movimiento desde la cúspide y en sentido vertical
que produjo un
efecto de vulgarización y la aparición de nuevas estructuras de parentesco (3).
Así pues, signos
externos y hábitos internos de la nobleza feudal tuvieron cabida
en las clases
medias no sólo en el ambiente rural sino también en el urbano, y,
asimismo, la
concepción de la vida y las costumbres de la burguesía repercutieron
de algún modo en
la vieja aristocracia que se sintió atraída por ello e incorporó a
su cultura peculiar
algunas iniciativas de los grupos inferiores.
En el reino de
Aragón, donde las estructuras feudales arraigaron con fuerza y
profundidad
debido a que las transformaciones sociales que dieron lugar a la instalación definitiva
de las nuevas clases medias se dieron con lentitud y evidente retraso, no sólo
respecto al resto del Occidente europeo sino incluso respecto a Cataluña -integrados
ambos territorios en la misma Corona-, la actitud de la aristocracia del país
había creado una mentalidad cerrada, clasista y reaccionaria en muchos casos,
basada especialmente en el sentido del linaje y en el parentesco de las grandes
familias que habían demostrado en la reconquista merecer el primer
puesto junto a la monarquía dentro del esquema organizativo del reino y como
consejeros políticos del rey. (4).
La descendencia
de los antiguos ricoshombres era la mejor garantía que conservaban en el
siglo XIV - un siglo después de la conquista de Valencia y, por tanto, de la
última empresa militar de Aragón en su expansión peninsular-los linajes más
encumbrados de la época (5), aspirando siempre a un puesto preeminente en la
organización territorial y administrativa y reclamando derechos y privilegios
de autogobierno, jurisdicción plena en sus territorios y participación en las
tareas políticas de la Corona.
Las grandes
familias aragonesas consolidadas en sus estructuras de parentesco
y habiendo
adquirido los hábitos propios de la aristocracia feudal a la que pertenecían, o
bien se oponían a la monarquía - conflictos de la Unión que acabaron en 1348- o
bien dirimían sus cuestiones territoriales o familiares mediante el
enfrentamiento de los linajes,
--------------------------------------
(3) Cfr. G. DUBY, La Vulgarización de los modelos culturales. págs, 37-38.
(4) El reciente libro de Salvador de MOXO, Repoblación y sociedad en la España
Cristiana medieval (Madrid, 1979)
recoge
algunos de estos presupuestos en los capítulos correspondientes
al área oriental de la Península, así como una
excelente bibliografía sobre la
sociedad española de la época en sus múltiples
aspectos.
(5) A fines del siglo XIV y comienzos del XV, se
calculan unos veinte linajes en el reino de Aragón; heredados todos ellos de
las familias aristocráticas más antiguas.
128
No hay comentarios:
Publicar un comentario