DAMAS
CATALANAS ILUSTRES (III)... (Continuación)
Doña
Brianda tenía una defensora acérrima de su causa en la persona de su madre
doña María, condesa, viuda de Luna, que siempre se había opuesto al matrimonio
de su hija con el de Urrea, y patrocinado, los amores de ésta con don Luís
Cornel. Para favorecerla, pues, escribió al rey don Pedro, rogando que su hija
fuese trasladada al monasterio de Pedralbes de Barcelona, y depositada en
clausura, hasta la sentencia del Cardenal. Accedió el rey á ello, con carta que
se conserva en el Archivo de Aragón (Reg. 1265), de fecha del 28 de septiembre
de 1379. Pero el príncipe don Juan, que miraba las cosas por el lado de la
equidad y la justicia y no participaba de las violencias de la pasión amorosa
del de Cornel, no consideró conveniente el traslado á Pedralbes de doña Brianda
y se opuso á ello coa toda su energía y amparado con las atribuciones de su cargo
de gobernador general del reino, «que debía á las Cortes, á las' Constituciones
del país y á la persona del rey, su padre», y no estaba dispuesto a conculcar.
El Cardenal de Aragón pidió á su vez que doña Brianda pasase bajo su inmediata
custodia, ya que á su jurisdicción la habían sometido. Don Juan contestó qua
como él la guardaba, autorizado por las dos partes litigantes, que no la
entregaría á no ser con el mutuo acuerdo de ambas. Como se ve, tanto el
Cardenal, como el príncipe, estaban muy en lo justo; pero, este último, (que
para algo era hijo de su padre), muy artero y mañoso, escribía uno y otro día
cartas á don García de Sasse, encomendándole que, por nada ni por nadie,
soltase á doña Brianda, sin orden expresa suya y sin que hubiese recaído sentencia
firme en su causa de divorcio, Estas cartas se leen en el citado Archivo (Reg.
1746, fols, 35, 96 y 97).
No hay comentarios:
Publicar un comentario