viernes, 7 de noviembre de 2025

Allí donde latió el orgullo...

 


535

14.- Allí donde latió el orgullo...

 

Allí donde latió el corazón y se llenó de orgullo

y de oxígeno la sangre

fluye la derrota…

 la noche  es un haz de sombras

que se filtran entre los árboles

y no conoce tregua;

vuelve con insistencia de insecto en el verano,

con la tozudez de las carcomas,

con la paciencia del termes

a lacerar mis entrañas…

con la luz de la mañana

apenas se cierran las compuertas de mis párpados

la luz está presente

crece desde dentro como el fuego en la caverna,

fluye en la tormenta de palabras en tropel

que pugnan por brotar al mismo tiempo

y no encuentran su salida;

chocan como torrente en la ladera,

contra el muro de los dientes apretados,

contra la muralla ardiente de deseos

y ya, al amanecer,

ahíto de fiebre y de fatiga,

se remansa en lago de aguas quedas,

en los paludes del dolor,

en el tremedal de las angustias,

en el grito sordo y mudo

del que pide ayuda

con la garganta lacerada

y la voz ronca y quebrada entre las piedras…

fluye el dolor

como fluye el agua en las acequias

y no trae la vida,

ni el frescor en mis sienes

ni el sosiego a mis latidos;

salta como cabra en los desmontes,

come de mi pan y bebe de mi vino

y a mí no me sosiega:

         __allí donde latió el corazón

y se llenó de orgullo*__

se extiende en el cadáver

el acre olor a sangre y a derrota.

 

                *(De una cita de Olga Bernad)

                   Mariano Ibeas

 

27/02/2010 12:47 MARIANO IBEAS #PURO AZAR

jueves, 6 de noviembre de 2025

El sucio salitre...

 


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13.- El sucio salitre ha dejado
tus marcas en mi piel.*

  (* De una cita de Olga Bernad)

 

Amanece y el sabor de la derrota

cubre la llanura;

apenas el sol tiñe de sangre la sal

del sudor que te cubre

__ “y da a las arenas corazón de fuego”__ *

llevas sobre ti la marca de Caín,

y no la reconoces;

ha corrido por tus labios el sabor 

de la fruta prohibida

y no podrás dejar de ser maldito

un exilado de ti mismo;

arrojado a tu pesar del paraíso

errante y solitario,

como el cardo que crece en el sembrado;

de tu pecho de tierra

nacerán los frutos  del mal

__ la cosecha buena ya la recogiste __

lo llevas escrito en la piel

como un estigma **

no nacerá en tus labios la palabra que redime

y que perdona,

no has osado pronunciarla,

extraerla con dificultades desde el pecho,

acercarla hasta tus labios,

arrojarla,

como un suicida, al vacío,

y ahora se te pudre dentro

te roe las entrañas,

enmohece tu pan,  amarga tu vino,

y te quemará por dentro…

como una herida que se infecta, como una llaga

así será tu condena,

el salitre ha dejado sus marcas en tu piel

y no podrá borrarlo el esplendor del fuego.

 

*Clara Janés, ”Diván del ópalo de fuego”

** José Saramago,”Caín”

 

  Mariano Ibeas

24/02/2010 12:04 MARIANO IBEAS #PURO AZAR

miércoles, 5 de noviembre de 2025

El dolor es un río...

 


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12.- El dolor es un río de agua limpia.*

                      ( * De una cita de Olga Bernad)

 

El dolor es un río de cristales,

un torrente de niebla

un vendaval desatado y sin bridas

que baja rugiendo por la ladera del monte

y se lo lleva todo ,

el dolor y su rastro de sombras

desaparece;

me deja desnudo en la noche,

desvalido y huérfano,

necesitado como un recién nacido…

 y sin embargo

arrastra consigo la soledad del alba

el gusto amargo del despertar

con sabor a hiel

y los labios secos y agrietados

buscan con ansiedad 

la huella de otros labios

el sabor a sal de la piel,

el aire fresco de la calle

y me consume la fiebre:

la quemadura del recuerdo taladra la piel

y penetra  con dureza

hasta el tuétano del hueso

no hay salida;

el agua del torrente no basta

vuelve el dolor

y  yo me duermo  en los cristales;

penetran en el cauce de mis venas

__“con vidrios en la sangre”__**

se anuncia el nuevo día.

 

(** Miquel Martí i Pol “Amb vidres en la sang”)

 Mariano Ibeas

martes, 4 de noviembre de 2025

Tu nombre sacia la ansiedad...

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11.- Tu nombre sacia la ansiedad que muerde *

                  (Sobre un verso de Olga Bernad, (Puro azar")

 

Tu nombre es una grieta en la pared de mi tristeza,

un hueco en el vacío,

se extiende el horizonte  en los cristales

y desaparece con la niebla…

nada hay más  allá,

la superficie tersa del papel

y un nombre

__vacío de entidad, sólo sombra,

rastro de tinta en el papel__,

un nombre y una fecha

y luego nada;

quise rescatar un tiempo la memoria

y ya era ida:

no hubo vuelta atrás

sólo los cantos de sirena llegaban desde lejos

y yo aherrojado al mástil de los sueños,

amarrado al duro banco de los días,

ciego y sordo a tu llamada…

el tiempo no perdona los errores,

y sin embargo,

la lluvia me trae a la memoria de mis dedos

el suave roce por la piel de los deseos,

el eco de tus pasos,

tu imposible llegada…

 tan sólo si pudiese, disfrazado de Orfeo,

cruzar el umbral,

beber las aguas del olvido,

podría alcanzar a rescatarte de tal suerte

con sólo pronunciar tu nombre…

__ ¡Eurídice!__

pero no hay más:

los pasos que me alejaron de tus pasos

marcan la distancia que separa las dos orillas

y vuelven cada vez, en forma de ansiedad

a borrar el cerco de ceniza,

un mordisco más que me aproxima

al abismo donde esperan

las garras abiertas del olvido,

el golpe vacío de la muerte…

 

Mariano Ibeas


 

miércoles, 29 de octubre de 2025

No me importa el dolor...

 


10.- El dolor no me importa: yo lo olvido*.

       

                            (*Cita de Olga Bernad, "Puro azar")

 

No me importa el dolor,

no lo olvido

sólo un tiempo

calma la voz de mi memoria

y yo lo olvido...

olvido la hez y el fragor de mis tormentas,

sólo el dolor me reconforta

me  permite respirar

y el esfuerzo de estar vivo

me llena las entrañas

como soplo, como viento de temporal

como aguacero fecundo…

vuelvo a la tierra, al polvo, al barro, a la ceniza

y me recreo

me alzo de barro entre los muertos,

me surge de la tierra el aliento y la voz

de los difuntos,

escalo el tronco del olmo

enredadera es mi piel trepando por mis huesos

y músculos de corcho mi corteza

no hay en mí sabor alguno

que recuerde

pasadas primaveras

pero estoy vivo, voy con mi dolor a mis asuntos

y vuelvo

envuelto en los cristales,

en las hojas que se lleva el río,

__ ”doy mi corazón en alimento

a las aladas almas de las flores”*__

no me dejes, dolor;

                   yo no te olvido.

 

NOTA: *  Cita y alusiones a versos de Miguel Hernández, en su centenario,  y retrato de Buero Vallejo.

 

 Mariano Ibeas

martes, 28 de octubre de 2025

El dolor ciego calma la sed...

 


9.- El dolor ciego calma la sed de mi memoria.

 

         Sólo el dolor,

el mordisco sordo y traicionero

que subleva la paz de mis adentros

viene a visitarme

__ “de noche y en lo oscuro”__

descuaja cual vendaval mi tienda,

sacude mis raíces,

arranca las rocas y las plantas,

fluido en torrenteras

se lleva envuelto en tolvanera

el polvo de los días,

el agua de tus pasos,

la sombra de tu voz,

el aire de tus párpados,

la luz de tus caricias…

 me vuelvo y ya no estás

grito y no me oyes

extiendo mi mano, mi voz, mi mirada

y no recojo sino aire, vacío, opacidad y sueño,

__”recuerdo el amor y olvido el recuerdo”__*

 no te tengo, nunca te tuve en realidad;

fuiste sólo eso para mí

un soplo en el vendaval,

una gota de rocío en cada huella,

un gesto perdido en la oquedad

el rastro de un sueño en la noche…

 incapaz de recordarte,

hasta que vuelve el dolor,

el dolor ciego, disuelto en sombra

que me llena,

que calma la sed  de mi memoria

que me deja respirar

                         un tiempo.

                                             

 * Cita de Clara Janés”Diván del ópalo de fuego”

 

                   Mariano Ibeas

lunes, 27 de octubre de 2025

Nunca quise curarme...

 PURO AZAR II

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II  "Nunca quise curarme esas heridas".

                (Cita de Olga Bernad, "Puro azar")

 

Como la voz sorda que me llega

desde lejos,

como el eco apagado de la lluvia

y su triste discurrir por los cristales,

como huella de tus pasos,

así, sordo y quedo,

navega por mi herida

el golpe de la sangre…

me hace vivir, me siento vivo,

mientras cuelga y me amenaza

el nudo que se cierra

cada día,

 en cada latido;

        las puertas clausuradas tras de mí

 me ciegan el camino,

 rompen los cristales,

 cierran el cerco de mis lazos,

 golpean el arcón de mis recuerdos,

 vendan mis heridas,

 velan mi sueño …    

pero no traen la paz a mis asuntos:

__ “con tres heridas yo”__

 yo también, con tres heridas necesarias

para sentirme vivo,

nunca quise curarme:

me duelen

el golpe de la sangre

del latir presuroso


de tus voz y de tus pasos... 

nunca quise romper el velo de costumbres

ni la fuerza del moler la misma harina,

ni el rumiar de sentimientos,

nunca quise curarme esas heridas,

lejos de matarme

me hacen vivo,

tu me vives,

                  yo te vivo.

 

        Mariano Ibeas